domingo, 9 de enero de 2011

La mente del Caballero...

"Yo Sir Frederic he ido
hasta los confines del bosque impenetrable
en busca de la cabeza de un dragón
para demostrar mi amor hacia usted
mi lady...

Pero he fallado...
No por falta de fuerza
o habilidad...

Explíqueme usted o alguien
como es posible que se desee matar
a tales seres con tanta vida...

Criaturas que trajeron la magia
al mundo, que la compartieron
con nuestra raza, y lo único que logramos
fue solo destrucción...

¿Cómo darle muerte a lo que
prácticamente nos dio la vida?

Conocimiento, vida, magia...
¿y les pagamos con la muerte?

Discúlpeme mi lady, pero
si el valor o el amor significa decapitar
a tan divino ser, entonces soy un cobarde..."

Sir Frederic, ¿puede hacerme un favor?
Ámeme como ama a la vida.
Nunca tuvo que hacer eso
para demostrarme su amor...

Con esto me demuestra
que es un hombre de verdad,
que ha optado por la vida y no
a la muerte por la espada.

Todo esto merece como mi mínimo
mi amor eternamente.




Dedicado a mi artista fantástico favorito Gustavo "Ciruelo" Cabral 

Bienvenido al infinito...

Observo mis manos,
delante de ellas una estatua tiesa sin expresión alguna.
A su derecha hay otra
con una forma mas decadente y exótica...

Vuelvo a mis manos;
la estatua ya no está...
Intento volver pero todo gira,
es como si estuviera dentro de un tornado
sin poder moverme.

De repente todo se calma,
como un bosque en invierno.

Siento que me levanto,
pero mi "cuerpo" sigue ahí...
Ya no siento mi corazón latir...
La desesperación se aproxima,
tomo valor y logro ponerme de pie...

Todo se ve distinto, ya nada es como era...

Cierro los ojos y pienso en un lugar pacífico;
vuelvo a abrilos y ahí me encuentro,
en esa llanura de acero .

Esto ya me asusta, comienzo a gritar
pero mis labios no se mueven...

Mis ojos se cierran nuevamente
rogando "regresar" por donde vine...

Los abro y solo veo oscuridad...

Recupero el control; me pongo de pie nuevamente.

Miro mis manos, delante de ellas una estatua tiesa...